Juan Mihovilovich, escritor y juez. Nacido en Punta Arenas, recuerda haber comenzado escribiendo poemas a los 10-12 años y no haberse detenido más.

Algunas de sus obras son “Sus desnudos pies sobre la nieve” (1990), “El contagio de la locura”(2006) ,“El asombro” (2013), “Teoría del espanto” (2022), “Útero” (2022) y “Tu Nuevo Anticristo”(2022).

Ha tenido distintos cargos en la vida pública y ha ejercido como juez durante 25 años.

Conversamos con él sobre el rol de la  Sociedad de Derechos de las Letras (SADEL), su afiliación en la asociación, la interconexión entre la escritura y  la judicatura y desafíos en el ecosistema del libro y más.

1. ¿Por qué se afilió a Sadel?

Porque consideré que estar en SADEL es una necesidad imperiosa para los escritores de este país, una institución que, conforme a la ley y a sus estatutos, resguarda debidamente los derechos inherentes a las obras de cada uno en particular.  Y, además, vela porque tales obras tengan una adecuada retribución conforme a la tutela que SADEL ejerce con las diferentes instancias culturales, universidades, sector público o privado u otras, para que hagan un uso adecuado de las obras y les sea retribuido a sus autores lo que en estricto rigor y derecho les corresponde.  

2.- ¿Cómo ha sido su experiencia? ¿En temas concretos, en que lo ha notado?

Mi experiencia, no obstante estar en provincia y abocado hasta hace un tiempo a mis actividades judiciales, ha sido positiva.  He notado una preocupación constante de SADEL por estar informando de las diferentes iniciativas que la institución lleva a cabo y cómo ellas van en directo beneficio de sus asociados.  En lo concreto, han sido sumamente diligentes para remitir al autor, conforme a sus estatutos, los beneficios emanados y recaudados de sus obras, los que, en mi caso específico, sin ser cuantiosos, he recibido oportunamente, gestión que naturalmente se agradece.

3.-Siendo juez y escritor, nos gustaría saber a través de estas miradas, ¿si se interconectan estos dos mundos?

Suelo aclarar que soy un escritor que es juez. Eso es obvio. Partí con la literatura en la infancia. He tenido diferentes funciones durante mi desarrollo posterior. En esa perspectiva la labor de juez me sirvió (y me sigue sirviendo) para constatar que ambos mundos están íntimamente relacionados. La judicatura me ha permitido conocer las motivaciones que hacen que las personas tengan un determinado comportamiento y cómo ese comportamiento excede el ámbito de la legalidad.  Es decir, he podido acceder a las causas que generan un delito, comprender la marginación social a veces, pero también que la perversión humana excede con mucho la aparente posición que un individuo tenga en la sociedad. Un hecho puede ser causado por cualquier persona que sea incapaz de controlar sus emociones y cometer un homicidio, o bien, actuar con ánimo de venganza o tendiente a obtener un beneficio ilegal con su acción, como el tráfico de drogas o el uso de boletas ideológicamente falsas, por ejemplo. En esa perspectiva surge un concepto del mal muy asociado a la literatura. Bástenos tener a mano Crimen y castigo de Dostoievski o El defensor tiene la palabra de Petre Bellu.  Y claro, en esa asociación de ideas ser juez ha contribuido a alimentar mi literatura y a conocer de mejor modo el alma humana.  Sin duda alguna.

4.-¿Por qué consideras relevante que Sadel permita que centros de estudio puedan acceder legalmente a las obras de nuestros asociados, además de fomentar las letras nacionales?

El que determinados Centros de Estudios accedan legalmente a las obras de los socios de Sadel es un derecho que permite, no solo la divulgación de las obras nacionales, sino que además ampara debidamente los beneficios que el uso de tales obras genera para los autores de las mismas, sin perjuicio de que se crea un efecto multiplicador en las diferentes instancias culturales de la vida nacional.  El derecho de autor como tal se protege y se ejerce convenientemente en favor de quienes son creadores de obras artísticas, cualquiera sea su género en particular. Ese es un logro significativo.

5.-¿Qué desafíos consideras que están al debe en el ecosistema de libro?

Una mayor difusión en los colegios públicos y privados del país.  En tiempos en que la lectura de libros ha pasado a un segundo plano, por factores que son de público conocimiento, fomentar la adecuada divulgación de los autores nacionales e incorporarlos en sus mallas curriculares es una necesidad y una exigencia imprescindible.